Te habían dicho que la pesadilla de Laurele se había terminado. Que la bruja por fin había muerto en el cementerio de Saint Louis y aunque te dices que lo único que quieres es escucharlo por su boca de una vez por todas, en el fondo sientes que tal vez hay otro motivo por el que quieres aventurarte a ese lugar.
Sí. Otra vez te mentías, tal cual hiciste cuando Olivia llegó a tu vida.
Al verte juguetear con las llaves, empapándote en la puerta de tu vehículo, un pensamiento hermoso me viene a la cabeza: tu hija te había dejado un hueco tan grande que, por más vacío que esté, tu corazón ya no puede encogerse de nuevo.
Tal vez lo único que necesitas es algo con qué llenarlo. Quizá no con el mismo sentimiento, tal vez con algo completamente nuevo y diferente…
porque así como tu hija, él es diferente. A su manera.
Subes al auto y arrancas con dirección a la reserva aledaña a Nueva Orleans. A la aldea oculta entre el pantano.
Desde la muerte de Olivia, la lluvia se había prolongado para ti ocho largos años, pero hoy… hoy parece que el sol por fin volverá a resplandecer entre las nubes.
🖤👄💔