Carta a D

Gracias a ella, somos lo que somos, uno por el otro y uno para el otro.

Necesito reconstruir la historia de nuestro amor para captar todo su sentido.

No había ningún lugar en el mundo de los adultos que te perteneciera. Estabas condenada a ser fuerte porque todo tu universo era precario

Pero todo esto no puede explicar el vínculo invisible que hizo que nos sintiéramos unidos desde el comienzo.

la voz aguda de las inglesas

Tenía la impresión de no haber vivido mi vida, de haberla observado siempre a distancia, de haber desarrollado una sola parte de mí mismo y de ser pobre como persona.

A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos.

Me resulta inimaginable seguir escribiendo si tú ya no estás. Tú eres lo esencial sin lo cual todo lo demás, por importante que me parezca mientras estás ahí, pierde su sentido y su importancia.

Tenía la impresión de no haber vivido mi vida, de haberla siempre observado a distancia, de haber desarrollado una sola parte de mí mismo y de ser pobre como persona. Tú eras, y siempre habías sido, más rica que yo.

«Hay que aceptar ser finito: estar aquí y en ninguna otra parte, hacer esto y no otra cosa, ahora y no nunca o siempre […] tener únicamente esta vida