como afirma Thich Nhat Hanh, «No es la transitoriedad lo que nos hace sufrir. Lo que nos hace sufrir es querer que las cosas sean permanentes cuando no lo son». Podemos seguir resistiéndonos a la realidad, o aprender a contextualizar las cosas de una manera nueva, viendo que nuestra vida es algo dinámico y vibrante, una aventura increíble.