No creas que, porque siempre regresa,
te sigue amando como la primera vez.
Regresa porque todavía
no se ha dado cuenta
de lo especial que es.
No te sientas insuperable,
porque cada vez que le haces llorar
una parte de su corazón
deja de amarte.
Tu peor error es creer que te pertenece,
pero cuando menos te lo esperes,
se habrá ido para siempre.