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Peter Benchley

Tiburón

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“El gran pez se movía silenciosamente a través de las aguas nocturnas, propulsado por los rítmicos movimientos de su cola en forma de media luna…” Amity es una comunidad veraniega de la exclusiva costa de Long Island (una gran isla situada al este de Manhattan, Nueva York). Amity tiene mil residentes en invierno y diez mil durante el verano, y su economía depende completamente de los veraneantes acomodados. Una noche, una chica que nada sola en el mar es atacada por un gran tiburón blanco… Cuando se descubren los restos de su cadáver destrozado, el jefe de policía de Amity, Martin Brody, decide cerrar las playas. Pero las “fuerzas vivas” de la localidad, representadas por el alcalde Larry Vaughan, se oponen: el cierre de las playas pondría en peligro sus negocios y la propia supervivencia del pueblo. El suceso se oculta y las playas siguen abiertas… Pero el tiburón no se ha ido, y otras dos personas mueren… El joven oceanógrafo, Matt Hooper, llega a Amity para estudiar la situación… Y tal vez la única persona capaz de enfrentarse al tiburón sea un veterano y duro pescador llamado Quint.
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315 printed pages
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Quotes

  • Andy Bautistahas quoted5 years ago
    Habla en serio?

    —No, en realidad no demasiado. No creo mucho en la religión.

    —Entonces, ¿por qué cree que ha muerto toda esa gente?

    —Mala suerte —Quint tiró de la palanca hacia atrás. La lancha perdió velocidad y comenzó a seguir el vaivén de las olas—. Trataremos de cambiar esa suerte.
  • Andy Bautistahas quoted5 years ago
    estoy, Quint? No ha tenido usted mucho éxito con este pez. Podríamos permanecer aquí todo el mes, y seguiría comiendo sus cebos, justo debajo de nuestras narices.

    —Ya saldrá —replicó Quint—. Se lo aseguro.

    —Se morirá usted d
  • Andy Bautistahas quoted5 years ago
    amos permanecer aquí todo el mes, y seguiría comiendo sus cebos, justo debajo de nuestras narices.

    —Ya saldrá —replicó Quint—. Se lo aseguro.

    —Se morirá usted de viejo antes de que salga, Quint. Me parece que este pez le da un poco de miedo. No está jugando según las reglas.

    Quint miró a Hooper y dijo con voz tranquila:

    —¿Está usted tratando de explicarme mi profesión, muchacho?

    —No. Pero estoy diciéndole que
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