Dentro de la racionalidad neoliberal, argumenta Ellen Meiksins, estos grupos sociales no buscan cambiar el sistema que los margina, sino integrarse a éste, ser parte del banquete capitalista y empoderarse económicamente. La igualdad y diversidad racial y sexual pudieran no ser enemigas del capitalismo porque, como ha ocurrido en algunas naciones desarrolladas, ambos pueden coexistir, pero, ¿es aceptable celebrar la diversidad de clases o, aún más, puede el capitalismo coexistir con la igualdad de clases?