El irresistible Tanner Blackburn tenía fama de conseguir con sus besos que las mujeres se quitaran la ropa; pero nunca lo habían acusado de quitarles también el dinero… Maddie Griffin era una aspirante a caza-recompensas que estaba desesperada por demostrarle a su familia que podía perfectamente seguir la tradición y dedicarse a ser agente de la libertad condicional. Por eso, cuando vio en una revista al “Bandido de los Besos”, decidió llevar ante la justicia a aquel encantador fugitivo. Pero desconocía lo peligrosamente persuasivos que podían ser sus besos…