Querida Lily,
Siento haberme ido sin despedirme, pero te duermes tan fácilmente. No me importa, me gusta verte dormir. Incluso cuando es en un auto en medio de una cita.
Solía verte dormir a veces cuando éramos más jóvenes. Me gustaba lo tranquila que parecías, porque cuando estabas despierta, siempre había un miedo silencioso en ti. Pero cuando dormías, el miedo desaparecía, y eso siempre me tranquilizaba.
No puedo empezar a decirte lo que esta noche significó para mí. No creo que tenga que expresarlo con palabras porque tú estabas aquí. Tú también lo has sentido.
Sé que antes mencioné que me sentía muy culpable por lo que pasó entre nosotros, pero no quiero que pienses que me arrepiento de haberte amado entonces. Si hay algo de lo que me arrepiento, es de no haber luchado más por ti. Creo que la mayor parte de mi culpa proviene de saber que si no te hubiera dejado, nunca habrías conocido a un hombre que acabaría haciéndote el mismo daño que tu padre le hizo a tu madre.
Pero no importa cómo llegamos aquí, estamos aquí. Tuve que llegar a un punto en el que me di cuenta de que siempre fui digno de ser amado por ti. Odio que no hayamos llegado aquí antes, porque hay muchas cosas en tu vida por las que desearía que no hubieras que pasado, o que yo podría haber evitado. Pero cualquier otro camino no te habría dado a Emerson, así que estoy agradecido de que hayamos acabado aquí.
Me encanta verte hablar de ella. No puedo esperar a conocerla. Pero eso vendrá con el tiempo, junto con todas las otras cosas que espero. Bueno, continúa tomando esto a cualquier ritmo que te sientas cómoda. Ya sea que pueda hablar contigo todos los días o verte una vez al mes, cualquier cosa es mejor que los años que tuve que pasar sin saber nada de ti.
Me alegro mucho de que seas feliz. Eso es todo lo que siempre he querido para ti.
Pero te diré que no hay nada mejor que saber que soy la persona con la que puedes ser feliz ahora.
Te quiero,
-Atlas.