Ahora bien, éste es un nivel de partida muy humilde, y la mayoría de quienes creen que quieren escribir cuentos no están dispuestos a comenzar por ahí. Quieren escribir de problemas, no de personas; o de cuestiones abstractas, no de situaciones concretas. Tienen una idea, o un sentimiento, o un ego desbordante, o el deseo de ser escritor4, o de administrar su sabiduría al mundo con la suficiente sencillez para que éste la pueda asimilar