Ayudar a gente que está terriblemente asustada –dijo el psiquiatra con amabilidad–. Ayudar a gente en problemas, regresar las cosas a como eran, arreglar cosas, desenredar lo enredado. Cuando puedo, eso es lo que hago; y nunca le digo nada a nadie. Todo queda entre la persona y yo.