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Dolores Gil

Parte de la felicidad

  • Pao Gómez.has quoted2 years ago
    Si no escribo este libro no puedo seguir viviendo. Me duele en el cuerpo: hace tres días me senté a terminarlo y el dolor me raja la cintura, los hombros. El cuello duro no me deja mirar a la derecha; tengo una piedra en el estómago que no puedo tragar; me duele el ceño, como si me hubieran pegado una piña que me dejó atontada. Pero si no escribo este libro no puedo seguir viviendo.
    Escribir en vez de padecer, me dice mi analista.
  • LauraGhas quoted2 years ago
    Me gustaría pedirle que me perdone por haberla dejado ir, porque no supe qué otra cosa hacer. Que a pesar de todo, tuve que afianzarme en el corazón de la vida.
  • LauraGhas quoted2 years ago
    Que si la olvidé un poco fue porque necesitaba seguir viviendo, que si no la recordé en voz alta fue porque no pude: que tuve que despegarme esa costra que me adhería a su muerte.
  • María Angélica Robles Córdovahas quoted10 months ago
    Ser niña era apretar los dientes y seguir.
  • Virgyhas quoted2 years ago
    A veces parece que deja de doler. Entonces algo mínimo la trae de vuelta: una canción, su nombre escuchado

    ✨💔❤️‍🔥❤️‍🩹✨

  • Ana Saenzhas quoted2 years ago
    Si no escribo este libro no puedo seguir viviendo. Me duele en el cuerpo: hace tres días me senté a terminarlo y el dolor me raja la cintura, los hombros. El cuello duro no me deja mirar a la derecha; tengo una piedra en el estómago que no puedo tragar; me duele el ceño, como si me hubieran pegado una piña que me dejó atontada. Pero si no escribo este libro no puedo seguir viviendo.
  • Georgina Lopezhas quoted3 days ago
    Me gustaría poder decirle que pienso en ella cada día de mi vida, que su muerte me sigue pareciendo lo más estúpido y doloroso del universo. Que si ese domingo el ritmo de los acontecimientos hubiese sido un poco más lento, la vida habría sido mucho más amable. Que su ausencia es abrumadora, un descubrimiento intolerable cada mañana, cuando me despierto y me acuerdo de que ella no está en este mundo. Que si la olvidé un poco fue porque necesitaba seguir viviendo, que si no la recordé en voz alta fue porque no pude: que tuve que despegarme esa costra que me adhería a su muerte. Me gustaría decirle que yo necesito seguir acá, durando.
    Me gustaría pedirle que me perdone por haberla dejado ir, porque no supe qué otra cosa hacer. Que a pesar de todo, tuve que afianzarme en el corazón de la vida.
  • Georgina Lopezhas quoted3 days ago
    Mi analista me señala que esta hostilidad es normal: temer –desear– que un hijo se muera es parte de su crianza. Sin eso, no hay vínculo posible ni madre que aguante: mi hijo me habría absorbido por completo.
  • Georgina Lopezhas quoted3 days ago
    Las dos tenemos algo en común: entendimos temprano en la vida lo que cuesta un hijo, lo sabemos con el cuerpo.
  • Georgina Lopezhas quoted3 days ago
    Estoy rodeada de hombres silenciosos. Mi exmarido, mi padre. Hay un patrón.
    Mientras mi madre vivió, se encargó de mantenerla presente. Lloraba, la mencionaba, tenía sus pequeños rituales religiosos que servían para calmarse. Mi padre la evoca de vez en cuando, deja caer su nombre, como si intentara que el paso del tiempo no la borre, resistiendo en contra del olvido.
    Entre nosotros dos hay una distancia difícil de solucionar. No puedo preguntarle nada sobre su hija, no la puedo nombrar. Manuela es una presencia constante y devastadora. Desde que nació su nieto, me pide que lo deje a su cuidado. No lo hice nunca. ¿Cómo voy a animarme, si se le murió una hija en su propia casa?
    Quisiera ser un poco la madre de mi padre, quisiera poder abrazarlo y consolarlo, decirle que lo entiendo y que le agradezco haber persistido en el mundo a pesar de tener derecho a sentir una desolación infinita.
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