»—Me has curado —le dijo el muchacho, con el rostro surcado de lágrimas—. Ahora te diré el modo de impedir que tu maldición se rompa. —Y la criatura se detuvo a escuchar.
»El muchacho le explicó el plan. Ella se casaría con él, y él juraría no pasar tres noches seguidas sin mostrar al menos un poco de miedo. Y así, la chica monstruosa se casó con el muchacho descarriado y lenguaraz. Ella pudo conservar su poder monstruoso y él recuperó su corazón. Y todo gracias a que él decidió correr ese riesgo.