Premio Único de Poesía de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango, Guatemala, 2009.
Según Freddy Peñafiel Larrea, los temas que se rescatan en el texto van desde la crítica política, siempre con “certitud” y limpieza, hasta el alegato poético por un amor encarcelado en sí mismo. Además, la búsqueda de un arte poética es también muy certera al negar las razones posibles dentro de la concepción del poema y del poeta. Un texto que sin duda va a trascender las fronteras porque está hecho de buena poesía, de la única poesía que existe y porque las palabras, a confesión del poeta, no conocen de timbres ni pasaportes.