se mudó a Guadalajara para estudiar cine, las razones para volver a la Ciudad de México se nos terminaron. Para poder seguir manteniendo a la familia, entonces, tengo que dar un paso: dejar de renovar visas, convertirme en residente de este otro país, ser el que soy en otro sitio de manera permanente, dejar de ser extranjero, asumir el rol de migrante y empezar a hacer las cosas que sea que hagan quienes se integran y aclimatan. Me cuesta imaginarme como los dominicanos del barrio, que aunque siguen hablando español entre sí, se ven como padres y abuelos de gringos, que no encuentran insoportable que, al final, los entierren en esos cementerios infinitos y desolados de Queens