—A veces pienso en ello como en mi pacto con el diablo.
Madeleine se quedó en silencio, quizá sorprendida por esa respuesta tan extraña.
—¿Qué quiere decir? —preguntó Gurney.
—Creo que puede que se me haya concedido algo de valor, pero hay un precio.
—¿Ese algo de valor sería su perspicacia?
—Mi perspicacia con otros. El precio parece ser la falta de perspicacia conmigo mismo. Claridad al mirar al exterior, ceguera al mirar al interior. Veo sus motivos con claridad. Los míos son un misterio para mí. Cuanto mejor comprendo las acciones de otros, menos capaz me siento de comprender las mías.