Enlazados

—No sabía que el amor pudiera tener la luz encendida todo el tiempo.

Cuando Beth le sonrió, sintió que el corazón se le agrandaba en el pecho. Ahora se sentía así constantemente.

»Imaginaba a una chica que torna cada instante, todo aquello que toca y a las personas que la rodean, en algo más llevadero y bonito.

»Te imaginaba a ti —dijo—. Pero no sabía cómo eras.

»Y entonces, cuando lo supe, comprendí que una chica capaz de todas esas cosas no podía tener otro aspecto. Eras idéntica a la chica que amaba.

¿Qué debió de pensar ella? Ni siquiera conocía a Lincoln. No como él la conocía. Él sabía por qué deseaba besarla. Porque era hermosa. Y antes de eso, porque era amable. Y antes aún, porque era lista y divertida. Porque poseía exactamente la clase de humor y de ingenio que le gustaban.

Lincoln buscó su boca.

—Qué chica más perfecta —dijo en un tono tan quedo que solo alguien que le estuviera acariciando el cabello y rozándole la boca con los labios podría haberlo oído—. Qué chica más guapa. —Encontró sus labios—. Más perfecta. —Beso—. Mágica. —Beso—. Única.

Lincoln buscó su boca.

—Qué chica más perfecta —dijo en un tono tan quedo que solo alguien que le estuviera acariciando el cabello y rozándole la boca con los labios podría haberlo oído—. Qué chica más guapa. —Encontró sus labios—. Más perfecta. —Beso—. Mágica. —Beso—. Única.

Las cosas mejoran —duelen menos— con el paso del tiempo. Si las dejas.

«No lo pienses. No pienses. Por una vez en toda tu maldita vida, no pienses.»

La mera idea de que seas difícil de amar es absurda.

Quiero estar con alguien cuyo corazón sea lo bastante grande para albergarme.