Fruto

Un libro en el que cabemos todas las mujeres, sin ser solo una espectadora de un libro de maternidad, por que la autora lo dice el cuidado va más allá de la maternidad y todas hemos sido cuidadas y cuidadoras
A través de entrevistas a mujeres de carne y hueso, Daniela Rea Gómez nos lleva a desglosar los cuidados, el amor, la necesidad de ser y de expander ese amor, de escuchar a la otra para sanarnos todas, de ser el elemento sanador y ser conjunto, de entender y ver a las madres desde ser mujeres y no solo desde ser sus hijas
Un libro hermoso plagado de experiencias duras difíciles y el amor de la vida misma, hermosamente cuidado por Daniela que resulta en un gran abrazo a la niña, la adolescente, la mujer, la madre, la no madre, la hermana, la amiga, la tirana, la amorosa que tú misma eres el día que lo leas

Decidí escuchar la versión en audiolibro narrada por la propia autora. Me pareció conmovedor, doloroso y profundamente oportuno. El hablar de cuidado, no solo desde la maternidad, es uno de los grandes aciertos del libro y de cómo aborda las historias que entrecruza con la suya.
Me faltan palabras para decir todas las reflexiones que me ha despertado, pero estoy segura que volveré a él en su versión escrita.

Un libro que acompaña, interpela y conmueve.

Aunque ya son varias las autoras que escriben sobre la maternidad contemporánea, siempre será necesario charlar sobre este tema desde las más diversas aristas. Muchas gracias Daniela Rea por este ensayo en donde las relaciones madre-hija-hija-abuela-nietas son sustanciales y las entrevistas le dan un plus.

Una vez terminado, fue necesario es hacer espacio para un llano de dolor, de ternura, de gozo. Gracias por esta maravillosa obra Daniela, Emilia, Nayra y todas.

Relata, tristemente, la realidad de muchas mujeres

Duele y sana. Gracias Daniela por no sólo compartir entrevistas tan dolorosas pero importantes de escuchar, sino por mirarte en el espejo y poner el corazón de tus adorables hijas, el de tu mamá y el tuyo con tanta honestidad y fuerza. Como cuando uno leyó Tsunami una vez más tus palabras movieron mi realidad. Ojalá podamos escuchar y acercarnos más a nuestras mamás, porque a veces es difícil, pero qué bonito que con este libro lo hiciste y compartiste, porque inspira mucho a intentarlo, a buscar estar poquito más cerca. Gracias por Fruto.

El lugar móvil dónde todas hemos estado, estamos y estaremos. Profundo, sensible, analítico y sobrio. Me sedujo.

“Mi primera experiencia de la maternidad fue la soledad”

Excelente, todas las mujeres deberían leerlo, madres o no. Me ha encantado