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Iñaki Domínguez

Cómo ser feliz a martillazos

  • Jose Sarrohas quoted4 years ago
    Sergio C. Fanjul: «La juventud es esa droga cuya resaca es el resto de la existencia».
  • Aniehas quoted2 years ago
    La felicidad se ha convertido, por otro lado, en un bien de consumo. No es de extrañar que una sociedad capitalista, que en los últimos cincuenta años se ha especializado en comerciar con intangibles (en especial con elementos vinculados a la identidad y la distinción), quiera vender algo tan universal como la felicidad. En los últimos tiempos la publicidad se ha especializado en vender estados de conciencia. Uno de los principios básicos sobre los cuales Aristóteles desarrolla su ética es el presupuesto razonable de que la felicidad es el bien último al que aspiran todos los seres humanos. ¿Cómo no habrá de comerciarse con un deseo tan omnipresente?
  • Aniehas quoted2 years ago
    Por otra parte, ¿por qué es a día de hoy tan importante la felicidad? Según textos como los ya mencionados de William Davies y Alberto Santamaría, ello se debe a que la felicidad del trabajador medio es una fuente de ingresos para las grandes empresas y corporaciones. Un empleado feliz es, sencillamente, más productivo que uno abatido
  • Aniehas quoted2 years ago
    psicoanálisis habla de las inevitables tensiones que produce dicho encontronazo entre el ego, el ello y el superego. Si el ego representa el yo consciente, el ello es lo inconsciente: todas esas pulsiones irracionales e instintivas que muchas veces son inaceptables para el propio individuo en su dimensión social. El superego es, a su vez, el ideal del yo, ese imperativo moral de las convenciones y costumbres sociales, propias del entorno al que cada persona pertenece. No es de extrañar que se den conflictos, inevitables por otra parte, entre estas distintas esferas que conforman al sujeto humano. Cada una de dichas secciones del alma humana cuenta con intereses particulares
  • Aniehas quoted2 years ago
    Lo más curioso es que la autoayuda, en casi todos los casos, solo se ocupa del ego, de una parte muy específica de la psique, además, de ser, quizás, la más débil o menos capaz de operar cambios profundos. A causa de ello, la autoayuda se muestra claramente sesgada e ineficiente
  • Aniehas quoted2 years ago
    Desde una perspectiva antropológica, dicha solidaridad entre integrantes de familias con pocos recursos puede explicarse como una herramienta para la supervivencia frente a un mundo hostil (en última instancia, la razón de ser de toda solidaridad), dada la poca protección que proporcionan los escasos recursos económicos. Los ricos, en cambio, compiten entre sí por un excedente económico, aquello que aviva la codicia de cada uno de los familiares
  • Aniehas quoted2 years ago
    Uno de los elementos fundamentales para ser feliz lo encontramos en una buena red de relaciones, un ámbito en el que se constituye el ser humano como persona. Contar con una sólida red de amistades y familiares con los que relacionarnos sanamente es fundamental. Resulta curioso que sean precisamente las familias de clase trabajadora las que, generalmente, cuentan con unas más sólidas relaciones entre sus miembros; algo que cualquiera puede atestiguar. Entre los estratos más bajos, generalmente, las familias están más unidas; en las clases medias la cosa decae; y entre muchos ricos, que han de diputarse una herencia, por poner un ejemplo, toda solidaridad se desvanece (a no ser que el núcleo familiar esté sujeto a algún tipo de ideología poco común que distancie a sus miembros del mundo convencional: Opus Dei, Testigos de Jehová...)
  • Aniehas quoted2 years ago
    A tenor de todo ello —existen infinidad de estudios psicológicos que llegan a las mismas conclusiones—, da la impresión de que el dinero en sí no da la felicidad, por no hablar del tiempo que la exigencia de hacernos con él nos quita de las manos. Y dicho tiempo se trata de un bien de enorme valor, del todo necesario para el disfrute de cualquier actividad al margen del trabajo, a no ser que sea un trabajo concreto el que nos haga felices, lo que supone un escenario ideal
  • Aniehas quoted2 years ago
    Por otra parte, está también la valoración de la riqueza en su devenir histórico y su impacto en el bienestar. Retomando el artículo antes mencionado, «aunque el estadounidense medio gana hoy el doble que en 1957, el porcentaje de los que se declaraban entonces “muy felices” ha descendido del 35 % al 30 %».4 Pensemos que un pobre, a día de hoy, tiene acceso a cosas que los ricos del pasado no podían siquiera imaginar: agua corriente, calefacción central, aire acondicionado, todo tipo de productos de consumo, televisión, conexión a internet, y un infinito etcétera
  • Aniehas quoted2 years ago
    Lo que todos estos estudios psicológicos sobre el dinero parecen poner de manifiesto es que «en una situación de pobreza, cualquier incremento en la renta redunda en mayor felicidad. Sin embargo, una vez alcanzados unos ingresos que garanticen un nivel básico de comodidad y seguridad, los aumentos posteriores de riqueza aportan cada vez menos sensación de bienestar. O incluso pueden provocar que esta se reduzca». Estos «aumentos posteriores de riqueza» a los que se hace alusión pertenecen al ámbito del excedente, del lujo innecesario. Según la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, esa cantidad tope a partir de la cual deja de sentirse el valor del dinero sería, en Estados Unidos, de unos 75.000 dólares al año (otras estimaciones hablan de 20.000 dólares)
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