Son invisibles para la mayoría de la población, pero los lugares de encuentro para hombres gay siempre han estado presentes, al menos durante el último siglo. Baños públicos, vapores, cines, bares o cuartos oscuros existen a lo largo de toda la ciudad de México y otras metrópolis del país. Rafael Cabrera recorre estos lugares de sexo anónimo y nos cuenta que a la par de su popularización, también se han convertido en focos de alerta para la salud pública, en particular por el alza de casos de M-pox (viruela del mono).