« Física de la tristeza » es un libro de los que llamaría « sin categoría » ya que el autor juega con las deferentes voces narrativa, habla de mucho pero a la vez de nada. Y aún así, logra hacernos parte de sus recuerdos, los cuales también son nuestros recuerdos, a pesar de que él se sitúa en un contexto ajeno al nuestro pero que al parecer no es tan diferente.