Sor Ágata piensa que vive en otro tiempo, pero que no es otra sino el diablo engañándola para construir un artefacto que generará una revuelta del pueblo indio, quienes ladinos y resentidos como son, se verán azuzados por él para cometer crueldades contra españoles y criollos, y los obligarán a adorar a sus horrendos ídolos, que ya habían sido vencidos por el poder de Cristo