Año 1499. El Santo Oficio guarda secretos que ni Dios se atrevería a leer.
Jerónimo de Alcalá, copista del Tribunal de la Inquisición, es enviado a Sevilla con una misión simple en apariencia: entregar tres cartas selladas con cera negra. Pero nada es simple cuando el destinatario es un inquisidor cuyo nombre no figura en ningún registro y cuyas palabras parecen escribirte desde dentro.
Al llegar a la ciudad, Jerónimo es arrastrado a un laberinto de símbolos prohibidos, sombras que respiran y puertas que solo se abren desde el otro lado. Lo que empieza como una travesía burocrática se convierte en un descenso a lo indecible: una cripta viva, un libro que se escribe solo, y una entidad cuyo nombre nadie debería pronunciar… pero todos terminan escribiendo.
La Cripta del Inquisidor es una novela de horror histórico y gótico que mezcla la atmósfera opresiva de El nombre de la rosa con el escalofrío metafísico de Lovecraft, y una sensibilidad profundamente española. Una historia sobre el poder de los nombres, el hambre de las palabras y el precio de escribir aquello que nunca debió ser leído.
