Howard Philips Lovecraft

El horror de Dunwich (ilustrado)

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  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    Aseguran que las aves son psicopompos que acechan las almas de los agonizantes, y que lanzan sus gritos pavorosos en consonancia con los resuellos del moribundo. Si consiguen atrapar el alma cuando abandona el cuerpo, alzan vuelo entre un escándalo demoníaco; pero, si fracasan, se hunden poco a poco en un silencio desilusionado.
  • Geraldine Guarneroshas quoted5 years ago
    ¿De qué negros avernos de miedo o sentimientos aquerónticos, de qué abismos nunca sondeados de conciencia extracósmica o herencia oscura, latente en el tiempo, procedían aquellos graznidos atronadores y semiarticulados?
  • Geraldine Guarneroshas quoted5 years ago
    Yog-Sothoth es la llave que abre la puerta, el lugar donde se reúnen las esferas. Ahora el hombre reina donde Ellos reinaron antes; pronto Ellos reinarán donde el hombre reina ahora.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    «Pero en cuanto a este ser que acabamos de devolver a su lugar de origen… los Whateley lo criaron para desempeñar un papel terrible en lo que iba a ocurrir. Creció rápido y grande por el mismo motivo que Wilbur creció rápido y grande… pero aún fue más que él porque había una mayor proporción de exterioridad en él. No necesitan preguntar cómo pudo convocarlo Wilbur desde el aire. No lo convocó. Era su hermano gemelo, sólo que se parecía bastante más a su padre que él.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    Cosas como ésas atraen a los seres que tanto querían los Whateley… los seres que ellos iban a hacer tangibles para aniquilar a la raza humana, arrastrar a la Tierra a algún indescriptible lugar y conseguir algún propósito innombrable.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    —La cosa se ha ido para siempre —dijo Armitage—. Ha sido arrojada al seno de aquel que lo engendró y no puede volver a existir. Era una imposibilidad en un mundo normal. Sólo una muy ínfima fracción era materia tal como la conocemos. Era como su padre: y la mayor parte de él ha regresado a cierto reino o dimensión fuera de nuestro universo material; cierto abismo impreciso del que sólo pudieron convocarlo sobre las colinas los ritos más malditos de la blasfemia humana.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    ¿De qué negros avernos de miedo o sentimientos aquerónticos, de qué abismos nunca sondeados de conciencia extracósmica o herencia oscura, latente en el tiempo, procedían aquellos graznidos atronadores y semiarticulados?
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    Sin advertencia previa llegaron aquellos sonidos vocales profundos, cascados, roncos, que nunca abandonarían la memoria de los estremecidos hombres que los oyeron. No habían nacido de ninguna garganta humana, porque los órganos del hombre no pueden soportar semejantes perversiones acústicas. Más bien habría podido decirse que provenían del propio infierno, de no mediar el hecho de que el sitio de origen inconfundible era el altar de piedra de la cima. Es casi un error llamarlos sonidos, dado que gran parte de su horrendo timbre infrasónico hablaba a difusos estados de conciencia y terror, más que al mismo oído. Sin embargo uno debía hacerlo, porque la forma que adoptaban era, indudable aunque vagamente, la de palabras semiarticuladas.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    La silueta extravagante en aquella cima remota debía de ser un espectáculo infinitamente grotesco e impresionante, pero ningún observador estaba con ánimo como para consideraciones estéticas.
  • Yuly Mendozahas quoted5 years ago
    Las chotacabras chillaban como locas y con un ritmo singular, irregular, muy distinto al del ritual visible.
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