Nina Klein

—Porque te estuve buscando.

Era extraño, no deberíamos encajar, pero encajábamos. Mis curvas y su altura. Mi imperfección y su perfección.

Era extraño, no deberíamos encajar, pero encajábamos. Mis curvas y su altura. Mi imperfección y su perfección.

—Que no, que no te voy a dejar salir al mundo buscando un rollo de una noche.

—Cariño… —levantó la cara de mi cuello y me miró. Estaba lagrimeando de la risa—. Si no puedes decir la palabra polla, ¿cómo vas a decirme lo que quieres que te haga con ella?

dije que iba a esforzarme porque Kate se sintiese un poco más cómoda conmigo.

Aunque, de momento, fuese solo alimentándola.

¿Para quién es el vestido?

—Para ti, por supuesto.

—Quiero cumplir todas tus fantasías… quiero dominarte totalmente, hacerte de todo… —pasó un dedo índice suavemente por mi espalda, entre mis nalgas, y no pude evitar gemir, bajito— quiero que seas mía en todos los sentidos… por todas partes.

—Quiero cumplir todas tus fantasías… quiero dominarte totalmente, hacerte de todo… —pasó un dedo índice suavemente por mi espalda, entre mis nalgas, y no pude evitar gemir, bajito— quiero que seas mía en todos los sentidos… por todas partes.

Me entró la timidez de golpe y de repente no sabía qué hacer ni qué decir, pero antes de que se impusiera la incomodidad James se tumbó en la cama y me atrajo hacia él, colocándome en el hueco de su hombro, un brazo en mi cintura